Negritas y Cursivas en la Redacción Web

Hace mucho tiempo se pensaba que lo mejor era entregarle el texto «crudo» a los buscadores. Este razonamiento tiene algo de sentido, pues ¿Qué mejor que entregarle el contenido en bandeja al buscador? Nada que perturbe «su visión», texto plano para ser digerido sin demora.

Lo cierto es que es los robots saben interpretar correctamente las etiquetas html, cuanto mejor ordenemos y adornemos el texto, mejor «sabor» tendrá para ellos. Esto se debe a que les indica que nos importan los usuarios y nuestra página es amigable a la vista. Además de por supuesto indicarle en qué palabras ponemos énfasis, las más importantes del texto. Con esto en mente voy a explicar los recursos que deben o pueden aplicarse directamente en un post.

Resaltando el texto con negrita y cursiva

Como vengo explicando, tanto para buscadores como para usuarios, la lectura de nuestros textos serán mucho más amenos cuanto más nos preocupemos por su presentación. El primer y mejor recurso es utilizando negritas y cursivas cuando se presente la oportunidad. Sin excedernos, pero tampoco quedándonos sólo en las palabras o frases claves. Los extremos son innecesarios.

Strong <strong> o Bold <b> ¿Cuál es la diferencia?

Strong es una etiqueta «lógica», bold es una etiqueta de diseño. En principio sirven exactamente para lo mismo, pero algunos navegadores pueden mostrarlo de distinta forma. Strong es para dar énfasis en una palabra o frase. Bold es para remarcar una frase, oración o texto.

Si lo trasladamos al mundo físico podría compararse con la situación de realizar algún resumen. Podemos resaltar con marcador las partes más importantes —bold—, pero el énfasis, las palabras que marcan un quiebre en el texto y nos ubica en él acerca de lo que se está leyendo tal vez lo subrayemos o agreguemos otro color, etc —strong.
Esto, de todas formas, no quiere decir que no podamos utilizar sólo strong o sólo bold de forma indistinta.

La cursiva, bastardilla o italic posee también dos etiquetas: <em> e <i>.
Ambas pueden ser utilizadas con los mismos propósitos que la negrita, correspondiéndole el mismo atributo mencionado a <em> que a <strong> y <b> para <i>.

¿Y en la práctica?

En la redacción, en mi caso, sólo lo reservo para casos especiales. Cuando cito una pequeña frase, algunos entrecomillados, cuando se busca complicidad con el lector y alguna otra posible variante.

Nunca supe exactamente cómo interpretan la cursiva los buscadores. Pero si seguimos la pauta de que en tanto mejor presentemos nuestro contenido a los visitantes, mejor visto será por los buscadores, pienso que es buena idea utilizar esta clase de etiquetas para reforzar las palabras y frases claves, así como información importante.

Lo que hago muchas veces —y no sé hasta qué punto pueda ser útil— es utilizar <strong> y <em> para palabras o frases claves. En el resto del texto si preciso destacar algo utilizo las otras etiquetas: <b> o <i>.

Es de suma importancia aprender a utilizarlas correctamente para agregar algo de «gracia» a nuestra redacción. Sectores de referencia para la cómoda lectura. Además a esta altura ya estamos muy acostumbrados, asumámoslo de una vez, la lectura en la web no es la misma que la de un libro. Los internautas no tienen tiempo, ni van a hacerlo para leer en internet. Hoy sobra información y tienen a un click de distancia otra opción para encontrar lo que buscan.

En este sentido, esta misma desventaja aparente puede explotarse para conseguir clicks de los usuarios en publicidad. Pero esto será tratado más adelante, principalmente porque está orientado a otros propósitos.